Hola a todos hoy quiero compartir con ustedes acerca del perdón y como El Señor ha ido trabajando el perdón en mi corazón.
Hace un año El Señor me hablaba de perdonar a mi madre, por habernos abandonado junto con mis hermanas, pues yo la odiaba tanto que no quería saber nada de ella ni escuchar tan siquiera su nombre ni mucho menos que me dijeran que yo me parecía a ella, para mi eso era un insulto, pero después que tuve mi encuentro con Dios El Señor me recordaba uno de los mandamientos, HONRA PADRE Y MADRE Y TENDRAS LARGA
"Honra a tu padre y a tu madre, como el Señor tu Dios te lo ha ordenado, para que disfrutes de una larga vida y te vaya bien en la tierra que te da el Señor tu Dios”
El Señor que es todo amor y un Dios de oportunidades me dijo bueno mi hijita no te parece suficiente con lo que te he dicho allí va otra me decía: SI NO PERDONAS YO TAMPOCO PODRE PERDONARTE. Mateo 6:14 esa palabra me sacudió y me hizo ver que era necesario que yo perdonara para que el Señor pudiera perdonar mis pecados y ser libre de toda falta de perdón además así ser usada por El, desde ese momento empecé mi tratamiento de perdonar a mi madre.
Se dan cuenta que El bien era para mi no para Dios. Y yo era la que me estaba haciendo de rogar y sufriendo por gusto lastimándome más de lo que estaba; muchas veces nos hacemos de rogar para dejar nuestras cargas, si porque el no perdonar es una carga que no nos deja avanzar y El Señor quiere que seamos libres de esas cargas.
Ahora en día he perdonado a mi madre, he mantenido una relación telefónica con ella hemos hablado de muchas cosas; que nos han ayudado a las dos, todavía no he tenido el privilegio de conocerla pero llegara ese momento y será lindo conocerla sin rencores en mi corazón y ahora me miro al espejo y digo si dicen que me parezco a mi mama ¡a pues que bonita es ella!
He entendido que las cosas obran para bien de los que aman a Dios (Romanos 8:28); la verdad es que estoy súper agradecida con Dios porque El a tenido cuidado de mi en todo hasta el mas pequeño de los detalles, lo amo con todo mi corazón.
Y así El Señor me ha llevado a perdonar a personas que me han hecho daño y mis enemigos o personas que no me quieren, por supuesto ya no como la primera vez, ahora soy más obediente.
Eso de perdonar a mis enemigos es bien difícil, muchas veces decimos si Señor yo perdono a esta persona que me hizo esto…. pero cuando los tenemos al frente no podemos ni saludarlos, nos molesta convivir con ellos pero el Señor nos enseña a amarlos y amar: es amar con el corazón, así que si ellos un día necesitan de nosotros debemos ayudarlos y no darles la espalda hasta debemos compartir la mesa con ellos con paz y alegría en nuestro corazón, ser compasivos con ellos y pagar bien por mal.
En Lucas 6:27-38 Jesús nos enseña como amar a nuestros enemigos y a los que nos hacen daño; lea conmigo la palabra y medite en ella:
"Pero a ustedes que me escuchan les digo: Amen a sus enemigos, hagan bien a quienes los odian,
bendigan a quienes los maldicen, oren por quienes los maltratan.
Si alguien te pega en una mejilla, vuélvele también la otra. Si alguien te quita la camisa, no le impidas que se lleve también la capa.
Dale a todo el que te pida, y si alguien se lleva lo que es tuyo, no se lo reclames.
Traten a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes.
"¿Qué mérito tienen ustedes al amar a quienes los aman? Aun los pecadores lo hacen así.
¿Y qué mérito tienen ustedes al hacer bien a quienes les hacen bien? Aun los pecadores actúan así.
¿Y qué mérito tienen ustedes al dar prestado a quienes pueden corresponderles? Aun los pecadores se prestan entre sí, esperando recibir el mismo trato.
Ustedes, por el contrario, amen a sus enemigos, háganles bien y denles prestado sin esperar nada a cambio. Así tendrán una gran recompensa y serán hijos del Altísimo, porque él es bondadoso con los ingratos y malvados.
Sean compasivos, así como su Padre es compasivo.
"No juzguen, y no se les juzgará. No condenen, y no se les condenará. Perdonen, y se les perdonará.
Den, y se les dará: se les echará en el regazo una medida llena, apretada, sacudida y desbordante. Porque con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes."
No dejes que el rencor y la falta de perdón te amarguen la vida, deja esa carga y sigue avanzando disfruta la vida que Dios nos ha regalado con libertad, recuerda eres un hijo de Dios si crees en El nombre de Jesús.
¡Dios te bendiga mucho!
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